De pasón

martes, 31 de diciembre de 2013

2013 en trés: Coveñas


Después de reunirnos en las torres de bombona, quede encargado de comprar el licor que se iba a llevar al viaje. Todavía no sabíamos si asistiríamos todos.
-Es difícil hacer las maletas, cuando el sobre equipaje lo llevas en la mente-
El día del viaje llego, mi hermana al fin consiguió la aprobación para ir, asistimos al punto de encuentro, almuerzo y bendición de quien, en su generosidad, dio el viaje en muestra de gratitud.
Después de una parada, para recoger a quienes faltaban, empieza el viaje. Vemos el partido de Colombia por el Pc. En Santa Rosa, ya Colombia ganaba y liquidaba el partido. De ahí en adelante cada quien se dedicó a Dormir o escuchar música, mirar por la ventana cada nuevo paisaje, pensar en todo lo que se dejó atrás.
Suenan muchas canciones, pero me queda un verso en mi cabeza.
Y yo no sé porque la vida te puso en mi camino 
pero así es el destino impredecible por demás” Amor Real- Gocho ft Yandel


Se hace de noche, después de unos tragos y de parar a cenar, la carretera se hace muy recta, repetitiva, hipnótica, delirio un poco, pienso en cada palabra que dije antes de salir, pienso en ella, en su presencia, en su ausencia, en que voy hacer, en mi vida.
Llegamos después de medianoche.  La cabaña al frente, y a dos pasos del mar, nos acoge. El clima es cálido, se siente la brisa y el calor de la costa
Al despertar, la playa estaba hermosa, algunos comerciantes, algunos turistas.
Sentía toda la nostalgia y carga de la ciudad todavía conmigo, tenía mi mente y mi corazón en mi garganta. Toque algo en el ukulele y mi garganta se quebró, después con los muchachos empecé a beber y no hubo vuelta atrás, beber como si no hubiera mañana, beber hasta quedar inconsciente, beber para olvidar lo que me había dicho el Neurólogo antes de salir.


Arreboles, narguile y algunos momentos de reflexión de cada uno, nos unen más que nunca, somos grupo de trabajo, pero somos familia.
Lo que paso después no recuerdo hasta la mañana siguiente.
Cada quien en su cuento, y cada quien limpiando su espíritu en el mar, en la visita a tolú, al volcán de lodo, nuestro asado, hasta en una serenata un poco desafortunada.

Siempre he pensado que el agua y la sal, son la única sustancia tangible que puede lavar el alma, esa agua y sal del sudor, de las lágrimas y del mar. Hice un voto conmigo mismo y lo pacte con el mar, el mismo que me abre sus puertas, cada vez que estoy mal.


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